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DEL INFIERNO AL CIELO EN SÓLO 101 KILÓMETROS

   Aun recuerdo cuando sonó el teléfono, era mi amigo Jesús Viciana, transcurría el mes de Enero y me pedía los datos para ingresar la solicitud al 101 kilómetro de Ponferrada, yo pensé, que dureza, cuanto sufrimiento, aun tengo tiempo de prepararme, será alcanzar la cúspide de las pruebas de resistencia, tanto física como mentalmente.
   Pasaron los meses y la primavera nos trajo un Mayo lluvioso, lleno de contrastes, así estaba yo, dudando si en el camino de Santiago alcanzaría el cielo o el infierno, después me di cuenta que no dista tanto entre ambos.
   Llegó el día, y salieron el jueves desde valencia el presi y cristina y desde Guadix, Francis y May mas tarde, el viernes de madrugada Ramón, Toñi, Antonio, Silvia, Juani, Ángel, Viciana y el que les escribe hacia Ponferrada, con la ilusión del que se cree capaz de alcanzar el reto y el miedo de conseguirlo, porque si lo conseguimos, ¿Qué nos queda?
   Pronto pasaron las horas, y poco a poco la transición del paisaje, cada vez más verde, cada vez más fresco, nos hacía intuir que nos acercábamos hacia Ponferrada.
   Así llegamos cansados del viaje, aunque la burocracia no entiende de escusas y realizamos los trámites característicos, (recogida del dorsal)… el reloj pareció precipitarse, y las horas pasaban hasta que nos inundó la oscuridad de la noche, la oscuridad de la España interior, el tiempo era fresco, comenzaban los nervios, cuesta quedarse dormido, cuando abra los ojos llegará el momento.
   Tras conseguir caer en los brazos de Morfeo, bruscamente sonó el despertador, atuendo correspondiente, miradas cómplices, risas tensas, y nervios a flor de punta. No podía faltar la llamada a la familia, están aquí pese a estar lejos, ellos nos acabarían llevando a la meta.
   Así vimos como nuestros compañeros ciclistas comenzaron la prueba, poco después saldrían los del duatlón, ya si era nuestra hora, animo chicos, bienvenidos al infierno.
   La carrera comenzó con un ritmo pausado, siempre fatigoso, el clima no acompañaba, el cielo amenazaba con su oscuridad, los Dioses parecían amenazarnos para que pensáramos hacia dónde íbamos, pero mis piernas habían empezado a correr.
   En el kilómetro 20 voy con los compañeros ( Ramón, Ángel y Francis, rezagado Jesús Viciana ), pienso, cuantas veces hice esta distancia, no quiero pensar en que hoy tendré que hacer 5 veces esto, ¡Vamos, que esto está chupado!.
   Km.25 , momento clave, comienza a llover en el infierno, nuestros pies se apoyan sobre un terreno cada vez menos firme, a veces siento como hundo los tobillos sobre el barro, aun quedan otros 76, todos ellos serían bajo una lluvia fría, que parecía querer acompañarnos. Como las desgracias nunca vienen solas, un resbalón, provocó una caída, que me hizo sufrir una lesión en la ingle…
   ¿Algo de esto tiene sentido? ¿Me paro? ¿Llamo a la familia? Finalmente busco apoyo en la familia, los llamo y me piden que pare, que ya están orgullosos, que no tengo nada que demostrar, pero ser atleta es otra cosa, ser atleta es perseverancia, compromiso, cumplir metas y yo estaba dispuesto a llegar al cielo, pasando por el infierno y sin coger ningún atajo…
   Pasaban las horas, como un robot hacia kilómetros, con la mirada perdida miraba el paisaje y observaba a la gente, atónitos veían como era capaz de continuar al borde del desmallo, ya eran 60 kilómetros y junto a mí, Jesús Viciana, como en toda gran historia, aquel que es capaz de sacar fuerzas de donde no existen, grande Jesús, desde ese momento hasta el final, lo que pasamos Jesús, Antonio ,Silvia y un servidor hay que vivirlo ; nos abrazamos, juntamos nuestras manos, hemos acabado, una mezcla de felicidad tremendamente dolorosa inunda mi cuerpo, son las 7horas del Domingo, han pasado 20 horas desde que comencé mi travesía, no dejé que los cantos de sirena interrumpieran mi viaje, pienso que esto debe ser el cielo, de lo que estoy convencido es que el infierno quedó atrás.

   Gracias a todos los que me han dado ánimos durante todo este viaje, tanto físicamente como desde la distancia.

   "CIENTUNERO TROTANOCHES"
  
           ANTONIO REYES MORILLAS

3 comentarios:

JALucena dijo...

Enhorabuena a los héroes peregrinos, tenéis el cielo ganado.

JALucena

Enrique dijo...

El cielo y el infierno
Reyes, felicidades, sabemos la ilusión que le has puesto, y lo mucho que te ha costado conseguirlo.
Ahora a recuperarse, me oyes??, !!A recuperarse¡¡¡
Que disfrutes tu éxito

Jesús Viciana dijo...

Tomate unas vacaciones y recuperate, que te lo has ganado a pulso. Seguro que en otro tipo de situación te habrias salido, aunque creo que en esta ocasión todos hemos aprendido que es mucho mas importante el compañerismo que las marcas.
Enhorabuena, campeón.